loader image

DIFERENCIA ENTRE TEA Y CEA

Comprender para incluir, incluir para transformar.

Tanto el Trastorno del Espectro Autista (TEA) como la Condición del Espectro Autista (CEA) se refieren a una misma realidad neurobiológica, pero desde enfoques distintos.

TEA es un término clínico, utilizado en diagnósticos médicos y educativos, que define al autismo como un trastorno del neurodesarrollo, enfocado en las dificultades en la comunicación, el comportamiento y la interacción social.

Por otro lado, CEA es un enfoque más inclusivo y respetuoso, que entiende el autismo como una condición de vida y una expresión natural de la diversidad neurológica. Este término busca reconocer las fortalezas de las personas autistas y promover su inclusión en la sociedad desde una perspectiva de derechos y dignidad.

TEA se usa en contextos formales de atención y diagnóstico, mientras que CEA representa una visión social, inclusiva y centrada en la persona.

AUTISMO CON SENTIDO

Aunque TEA (Trastorno del Espectro Autista) y CEA (Condición del Espectro Autista) hacen referencia a las mismas características del espectro autista, la diferencia principal radica en la perspectiva desde la cual se aborda el tema. Se trata de dos formas distintas de comprender el autismo: una desde el enfoque médico tradicional y otra desde una visión inclusiva y basada en derechos humanos.

TEA es un término de origen clínico y diagnóstico, que se enfoca principalmente en los déficits del desarrollo neurológico, tales como dificultades en la comunicación, interacción social y comportamientos repetitivos. Por otro lado, CEA es un término de carácter social e inclusivo, que pone el énfasis en la persona, su dignidad y sus fortalezas, reconociendo el autismo como una condición dentro de la neurodiversidad. Ambos conceptos pueden coexistir, pero es importante destacar que el uso consciente del lenguaje influye directamente en la forma en que tratamos, comprendemos y valoramos a las personas autistas, promoviendo así entornos más respetuosos y equitativos.

DOS MIRADAS DEL AUTISMO

El término TEA (Trastorno del Espectro Autista) es utilizado principalmente por profesionales de la salud, instituciones educativas y organismos estatales, y proviene de manuales diagnósticos internacionales como el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales). Su enfoque es clínico y diagnóstico, centrado en la identificación de déficits o disfunciones del desarrollo neurológico.

Este diagnóstico se realiza según criterios médicos que evalúan dificultades en áreas como la comunicación social, la interacción social y los comportamientos repetitivos o restrictivos. Aunque el uso del término TEA es clave para garantizar apoyos formales, como tratamientos especializados, adaptaciones escolares y beneficios sociales, también ha recibido críticas importantes.

Entre ellas, se señala que puede reforzar una visión patologizante o estigmatizante del autismo, al enfocarse principalmente en lo que la persona «falta» o «falla». Además, no siempre refleja la diversidad ni las capacidades reales de las personas autistas, lo que puede limitar su reconocimiento como sujetos plenos de derechos y potencial.

El término CEA (Condición del Espectro Autista) surge desde movimientos sociales, comunidades autistas y organizaciones de derechos humanos que buscan transformar la manera en que la sociedad entiende el autismo. Este enfoque es social, inclusivo y basado en derechos, alejándose del paradigma médico tradicional. Desde esta mirada, el autismo no se considera una enfermedad, sino una condición neurodiversa, es decir, una forma diferente —no inferior— de procesar el mundo.

El término CEA destaca las fortalezas, intereses y capacidades únicas de cada persona autista, promoviendo un enfoque de acompañamiento integral que va más allá de las terapias, donde el entorno también debe adaptarse a la persona.

Entre sus beneficios se encuentra que humaniza y dignifica la experiencia autista, reduce el estigma y fomenta la inclusión real en ámbitos como la educación, el trabajo y la comunidad. Además, promueve la corresponsabilidad social, reconociendo que la inclusión es un esfuerzo colectivo y no una carga exclusiva de la persona autista o su familia.

Ambos términos, TEA y CEA, pueden utilizarse según el contexto en el que se hable del autismo. Por ejemplo, si la conversación es con profesionales de la salud, en informes médicos o contextos escolares, lo más habitual es encontrar el término TEA, ya que está alineado con los criterios diagnósticos formales. En cambio, si se aborda el tema desde una perspectiva de inclusión, respeto, comunidad y derechos humanos, es más adecuado utilizar el término CEA (Condición del Espectro Autista).

Usar CEA no niega los desafíos reales que pueden experimentar las personas autistas, pero pone el foco en el acompañamiento integral, en lugar de solo las terapias, y en la inclusión y el respeto a la diversidad. Este enfoque busca humanizar la experiencia autista y promover cambios en el entorno que favorezcan la participación plena y digna de las personas en todos los ámbitos de la sociedad.

Este sitio web utiliza cookies. Al hacer clic en Aceptar, autorizas su uso.    Uso de Cookies
Privacidad